Carrera de Bola Rarámuri (Rarajipuami)

La palabra “Rarámuri” identifica al grupo étnico habitante de la Sierra Tarahumara, dentro de la Sierra Madre Occidental Mexicana, significa “pie corredor” o “corredor a pie” y es precisamente la carrera una de sus peculiaridades culturales por la que son conocidos internacionalmente, es una manifestación ancestral propia de niños, jóvenes y adultos del sexo masculino, se ha aprendido en el seno familiar de generación en generación.

Esta carrera con una pelota de madera de madroño e impulsada con el empeine del pie, fue reconocido por la UNESCO como patrimonio de la humanidad.

Compiten dos equipos, cada uno con su bola comacali, hecha de madera de encino blanco (roja rosacame), fresno, raíz de madroño (gurúbasi) y tascate (camarí), la cual deben llevar hasta la meta levantándola con los dedos sobre el empeine del pie para lanzarla por el aire.

Antes de dar inicio a la carrera se hace un ritual para asegurar la protección de los corredores y su triunfo.

Las carreras se organizan durante todo el año, principalmente en tiempo de cosecha y Semana Santa.



Gozar de la belleza de valles, cañadas y maravillosas cascadas en privilegio de los tarahumaras, quienes se funden con la naturaleza, corriendo como el viento, dirigiendo con el impulso de sus pies la trayectoria de la bola de madera. Esta manifestación cultural les ha dado presencia a nivel nacional e internacional.

Un hecho histórico fue la certificación de la carrera de bola tarahumara en el año 2000 como uno de los 10 primeros deportes tradicionales considerados como herencia cultural del mundo. Este merecido reconocimiento se dio en el marco del III Festival Mundial de Juegos y Deportes Autóctonos y Tradicionales efectuado en la ciudad de Hannover, Alemania.

Para que la carrera se efectúe es necesario que un miembro del grupo organice algunas actividades preliminares. Éste recibe el nombre de chokeame; al corredor se le denomina júmame.

Se realizan apuestas de uno a uno, es decir, si un corredor apuesta un peso, el contrario tiene que apostar lo mismo. Se apuestan muchas cosas: hilo, lana, manta, dinero, espejos y hasta animales; existe un palo en donde se amarran las apuestas.